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miércoles, 22 de febrero de 2017


Ravioli rellenos de pesto

En Italia se conoce como ravioli a cualquier tipo de pasta rellena. Pueden estar cortados de manera redonda, cuadrada o rectangular. Cuando se pliegan, reciben distintos nombres en función de su forma y también se distinguen por su contenido.



¿Quieres conocer otros tipos de pasta fresca rellena? Los tortellini tienen forma de anillo, son como un rollito anudado; los tortelloni, son iguales, pero más grandes; los panzerotti, tienen forma de media luna; los cappelletti, están doblados en forma de pequeño sombrero; los agnolotti, tienen forma de empanadilla.




- Ingredientes:
Para la pasta:
2 huevos L
200 gramos de harina
Para el relleno:
150 gramos de pesto
Para acompañar:
Aceite de oliva
Albahaca seca
Queso en polvo

- Elaboración:
Si lo haces a mano, pon la harina en un cuenco amplio y echa en el centro los huevos. Mezcla los ingredientes hasta conseguir una masa uniforme. Si lo haces con Thermomix, echa los huevos y la harina y pon en posición espiga durante 2 minutos
.

Vierte sobre la encimera limpia y seca y amasa un poco presionando con la palma de la mano y haciendo rodar varias veces, hasta que la masa no esté pegajosa y quede elástica. Haz una bola con la masa y envuelve en film transparente. Deja reposar a temperatura ambiente durante 1-2 horas. Si hace mucho calor, intenta dejarla en la zona más fresca.



Para saber si está lista, forma una bola lisa, presiona con el dedo y comprueba que en unos segundos vuelve a su posición original (en la foto no se aprecia demasiado, pero al natural notarás que recupera su forma enseguida).


Pasado el tiempo de reposo, espolvorea la encimera con harina y corta la masa en 2-3 trozos (normalmente se divide en tantas partes como huevos hayas echado). Envuelve el resto de masa en film transparente para que no se seque.


Coloca un trozo sobre la superficie enharinada, espolvorea un poco más de harina sobre la masa y aplana con la mano. Estira con ayuda de un rodillo. Si tienes máquina, sigue sus instrucciones. Si no, sigue estirando hasta conseguir una masa muy fina. Debe quedar bien lisa. Si ves que se rompe, dobla por la mitad y vuelve a estirar.


Cuando la masa esté bien fina, córtala en función de la pasta que quieras preparar. En este caso, pasta rellena. Coloca una lámina de pasta ya estirada. Pon cucharadas de relleno un poco separadas entre sí. unta con un poco de agua alrededor de cada cucharada de relleno y coloca otra capa de pasta. Pega bien en cada zona mojada y corta. Espolvorea con un poco de harina y deja secar una hora a temperatura ambiente.

Una vez seca, puedes congelar la pasta si no la vas a gastar. En caso de querer cocinarla, pon agua en una cacerola con un poco de sal. Cuando rompa a cocer echa la pasta y baja un poco la temperatura. En unos 5 minutos debe estar hecha. Saca una pieza y prueba un trocito del borde, que es lo que más tarda (porque tiene dos capas). Si está tierno, saca y sumerge en agua fría. Escurre bien, coloca en un plato con un chorrito de aceite de oliva, espolvorea con albahaca seca y un poquito de queso en polvo.




- Trucos y consejos:

→ Sella muy bien cada ravioli para que no se abran al cocer.
→ Otra opción para el relleno es cortar los círculos, rellenar la mitad y emparejar con la otra mitad.
→ Prueba a cambiar el relleno y la salsa, hay muchas opciones.

MACARRONES CON CHORIZO



Ésta es una receta de pasta de lo más sencillo que me recuerda a mi infancia. ¿Quién no ha comido alguna vez macarrones con chorizo?
 
Aunque no tiene ningún misterio, la clave está en usar chorizo fresco y un buen tomate frito casero. El chorizo seco, el típico curado listo para comer, se pondrá demasiado duro al pasar por la sartén y será difícil de masticar. Respecto a la salsa de tomate, no hace falta explicar las diferencias entre la comprada y la hecha en casa. Y si a tu peque no le gustan los 'trocitos' del tomate o la cebolla, no hay problema: pásala por la batidora o, incluso, cuélala. Si queda muy líquida, deja que reduzca un ratito más en la sartén.


La pasta ideal para preparar este plato son los macarrones rayados, ya que la salsa de tomate penetra por las estrías y se adhiere a ellos. Además, ten en cuenta que, para acompañar a la pasta corta siempre conviene usar salsas espesas, no demasiado claras.


- Ingredientes (para 4 personas):
200 gramos de choricitos frescos (dos piezas)
300 gramos de macarrones
400 gramos de salsa de tomate
Orégano
Aceite de oliva
Sal
4 cucharadas de queso en polvo

- Elaboración:
En primer lugar, cuece la pasta. Pon una cacerola grande con 3 litros de agua (1 litro por cada 100 gramos) y, cuando rompa a hervir, añade una cucharadita de sal. Espera 1-2 minutos y añade la pasta. Remueve un par de veces para asegurarte que no se pega y deja cocer los minutos que marque el fabricante. No conviene pasarse o quedarán pastosos. Escurre y pasa por el grifo de agua fría para cortar la cocción. Mientras, quita la piel al chorizo y parte en trocitos o desmenuza el picadillo. Saltea en una sartén sin aceite (van a soltar su propia grasa).

En una cacerola, pon un chorrito de aceite de oliva y saltea los macarrones, añade el chorizo escurrido de su grasa y mezcla. Incorpora la salsa de tomate y una cucharada de orégano. Vierte todos los macarrones en una fuente de horno, cubre con queso rallado y gratina durante unos minutos en el horno precalentado, lo justo para que el queso se derrita. Sirve inmediatamente.


- Trucos y consejos: 

→ Nunca eches aceite en el agua de cocer la pasta. Forma una película que impide   una cocción uniforme y que después no dejará que la salsa penetre en la pasta.
→ Usa tomate frito casero o esta deliciosa salsa italiana de tomate y orégano
→ Si no te apetece gratinarlos, una vez rehogados con el chorizo y la salsa de tomate, puedes servirlos inmediatamente con queso en polvo por encima.
→ Si los vas a dejar hechos el día antes, te aconsejo que los dejes en la fuente de horno, sin el queso, con un film. Y en el momento de servir, calienta un poquito en el microondas, cubre con el queso y gratina.

viernes, 17 de febrero de 2017

CIGALAS AL HORNO



Traigo otra receta para ocasiones especiales. ¡Qué pereza da cocinar marisco a la plancha! Está buenísimo, eso es cierto, pero deja un olor espantoso por toda la cocina. Por eso, desde hace ya tiempo, lo preparo en el horno, un método tan sencillo como limpio. Marisco en su punto en diez minutos y cero olores. ¿Alguien da más?






Con esta receta de cigalas al horno, obtendrás el mismo resultado que si las haces al horno.



Aunque ésta es una receta de cigalas, al final del post te explico cómo adaptarla para cocinar cualquier marisco al horno: gambas, gambones, langostinos... Sólo necesitas ajustar el tiempo y decidir si quieres poner o no el aderezo para cocinar marisco al ajillo.



- Ingredientes (para 3-4 personas):
12 cigalas medianas
6 dientes de ajo
2 cucharadas de perejil fresco picado
1 cucharadita de sal
3 cucharadas de aceite de oliva
Sal gorda


- Elaboración:

Precalienta el horno a 180 grados. Prepara el aderezo. Pon en un frasco de cristal con tapadera hermética los ajos exprimidos (o machacados), el perejil picado, la sal y el aceite de oliva. Cierra la tapadera y agita durante unos segundos para emulsionar.



Coloca la cigala sobre una tabla de cortar, con las patas hacia arriba. Corta con un cuchillo, haciendo una incisión desde el final de la cabeza hasta la cola. Si tienen goma en las pinzas, es el momento de quitarla. Coloca sobre una bandeja de horno (puedes cubrir la bandeja con papel de aluminio para que se ensucie menos) con la incisión hacia arriba y repite la operación con el resto de cigalas. Echa 1-2 cucharaditas de la mezcla de ajo y perejil por centro. Hornea a 180 grados, en la zona central del horno durante 8-10 minutos.


Saca, pasa una fuente, espolvorea con sal gorda y sirve inmediatamente.


Trucos y consejos:

→ Si te apetece, puedes añadir al aliño 1-2 cucharadas de zumo de limón.
→ Si te lo puedes permitir, te aconsejo comprar marisco gallego vivo, es la mejor forma de asegurar su máxima frescura y calidad. En este caso, para cocinarlo sin peligro, introduce las piezas en el congelador durante 1 hora, así se atontarán y podrás partirlas sin peligro. En todo caso, asegúrate de que los mariscos con pinzas las llevan bien sujetas con gomas.
→ Puedes cocinar mariscos al horno como si fuera a la plancha, sólo ten en cuenta su peso para ajustar el tiempo. Las piezas más pequeñas necesitarán unos 3 minutos y las más grandes unos 12: lo mejor es sacar una y probar si está en su punto. Para que te hagas una idea, los gambones medianos o langostinos grandes, necesitan sólo 4-5 minutos. No te aconsejo que cocines con este método gambas muy pequeñas, porque con muy poco tiempo de horno quedarán demasiado hechas.

viernes, 10 de febrero de 2017

PINCHOS MORUNOS



Es verano y, como os contaba hace unos días, es tiempo de hacer barbacoa. Si ya sabes como preparar las brasas perfectas, seguro que te viene bien aprender a adobar carne para pinchos morunos. Porque, sin duda, estarán mucho más ricos si dedicas 10 minutos a hacer el aderezo en casa que si los compras ya preparados.





En este caso, he usado carne de cerdo, que no es, lógicamente, la que se empleaba originalmente en la receta de pinchos morunos, y que le da -precisamente- el apellido. En el norte de África se preparan con cualquier carne, excepto cerdo, y la más habitual es el cordero. Además. el aderezo es bastante diferente, con cúrcuma, cilantro o comino, entre otras especias.



La ventaja de adobar pinchitos en casa es que puedes ajustar las especias a tu gusto y, sobre todo, que al añadir zumo de limón conseguirás que la carne quede más tierna, gracias al ácido del cítrico. Luego, con un buen golpe de calor en la barbacoa (o en una plancha o sartén amplia) quedarán en su punto: doraditos por fuera y jugosos en el interior.




- Ingredientes (para ):


500 gramos de lomo de cerdo
5 dientes de ajo
1 cucharadita de sal
½ cucharadita de pimienta negra molida (al gusto)
1-2 cucharadas de pimentón dulce/picante (al gusto)
2 cucharadas de zumo de limón
1 cucharada de orégano seco
Aceite de oliva


- Elaboración:

En primer lugar, limpia la carne de grasa y pieles. Trocea en cubitos de 2-3 cm de lado. Si el carnicero lo hace por ti, menos trabajo. Pela y machaca los ajos con un poquitín de sal y pimienta. Añade el pimentón e integra. Incorpora el zumo de limón (2 cucharadas) y mezcla de nuevo. Pon también el orégano y mueve hasta obtener una pasta homogénea.Sala la carne y, a continuación, unta bien con el adobo, impregnando todas las caras de cada trozo. Añade un chorro de aceite de oliva sobre la carne y vuelve a mezclar. Tapa con film y guarda 24 horas en la nevera (si llevas mucha prisa, déjalo al menos 4 horas).





Limpia y seca los pinchos si son metálicos y trincha en cada uno 5 o 6 trozos de carne. Piensa que debe quedar un espacio libre para que no te quemes al cogerlos.


Cuando el carbón esté hecho brasas pon los pinchos y ves girando a medida que empiecen a dorarse. Tardarán un par de minutos por cada lado, pero ten en cuenta que cada barbacoa es diferente. En la mía no tardaron más de 8-9 minutos en hacerse. Saca a una bandeja y ¡a disfrutar!


Trucos y consejos:


→ Además de lomo, puedes usar también cabecero de cerdo, pechuga de pollo o pavo o el tradicional cordero que dio origen a esta receta.
→ Si te gustan los sabores fuertes, puedes sustituir parte del pimentón dulce por picante. La potencia dependerá de ti.
→ Pongo el aceite después de aderezar la carne para que no haga película e impida impregnarse bien del adobo.
→ La carne necesita estar aderezada durante unas horas para impregnarse de los sabores.
→ No cocines demasiado la carne o quedará seca. Lo ideal es que esté ligeramente 'rosa' por dentro, aunque, por supuesto, sin quedar cruda. Puedes probar a coger un trozo y partirlo para asegurarte de que está en su punto.
→ Si te sobra algún pincho, retira los trozos de carne de la brocheta, pinta con una pizca de aceite y calienta unos segundos en el microondas. Con una ensalada o un poco de arroz blanco tendrás comida para el día siguiente.



miércoles, 8 de febrero de 2017

BIZCOCHO ESPONJA DE PISTACHO


Casi todas las recetas que publicamos en el blog son sencillas y se preparan con ingredientes y utensilios que casi todos tenemos en casa. Hoy, el bizcocho se sale de esta norma, ya que para prepararlo hace falta un sifón de cocina, un utensilio patentado por Ferrán Adrià en los '80 que convierte cualquier líquido en mousse gracias al óxido de nitrógeno (N2O). Se trata de un bizcocho-M, ideado por el propio chef, también conocido como bizcocho esponja, bizcocho exprés o bizcocho con sifón. Una vez lista la masa, se cocina en 40 segundos en el microondas y es muy ligero y aireado.




- Ingredientes (para 4 personas):
80 gramos de pistachos crudos repelados
80 gramos de azúcar
20 gramos de harina
3 huevos L
2 yemas L
1 carga de N2O para el sifón





- Elaboración:

Pon en el vaso de la batidora todos los ingredientes y bate hasta que quede una mezcla muy fina. Si tienes Thermomix, programa 30 segundos progresivo 4-8. Baja los restos de las paredes y programa 20 segundos progresivo 8-10. Vuelve a bajar los restos de las paredes. En cualquier caso, deja reposar la mezcla en la nevera, tapada, durante 2 horas. Vuelve a batir.





Pasa la mezcla por un colador de malla fina y, con ayuda de un embudo, vierte en el sifón. Pon la carga agita 4-5 veces, retira la carga, pon el tapón y guarda en la nevera en posición horizontal hasta el momento de usar (al menos 2 horas). Cuando vayas a cocer los bizcochos, prepara 8 vasos de plástico de usar y tirar y has tres cortes en su base. Vuelve a agitar el sifón con fuerza unas 5-6 veces. Coloca una boquilla al sifón. Llena uno de los vasos con espuma hasta ⅓ de su capacidad y cuece en el microondas a máxima potencia (unos 800w) durante unos 40 segundos. Al tocar la parte superior no debe manchar. Saca y deja enfriar boca abajo sobre una rejilla. Repite la operación hasta terminar con la espuma el sifón.


Saca el bizcocho del vaso con ayuda de un cuchillo: pasa entre el bizcocho y el vaso, por todo el borde. Emplata inmediatamente. En este caso, yo he emplatado con un trozo de fresa, un pequeño merengue de cacao y una pequeña bolita de helado de frambuesa. Si no quieres complicarte, acompaña de un par de cucharadas de yogur natural y ralladura seca de naranja o limón.




Trucos y consejos:
→ ¿Es imprescindible tamizar la mezcla una vez triturada? Sí, para que las pequeñas partículas que puedan quedar no obstruyan en sifón.
→ ¿Por qué hay que dejar reposar la mezcla en la nevera una vez cargada? El N2O tiene que interactuar con la masa y, para ello, en este caso necesita frío. Si lo usas inmediatamente, la masa no saldrá en forma de espuma, sino líquida.
→ Es fundamental que rellenes cada vaso justo antes de cocer para que no se baje la espuma y tenga grandes alvéolos en su interior.
→ Con el primer bizcocho, calcula el tiempo exacto de cocción en el microondas que necesita. Prueba con 30 segundos, saca y comprueba. Si no está listo, cuece 10 segundos más. Repite la operación. Ten cuidado, si te pasas de tiempo, el bizcocho quedará duro y se pondrá de color marrón.




martes, 7 de febrero de 2017

CREMA DE ESPÁRRAGOS VERDES


Las cremas de verduras son un plato ideal para comer sano y caliente en invierno. Pero hay que tener cuidado con sus ingredientes, sobre todo cuando queremos controlar nuestro peso, ya que en muchos casos llevan una buena cantidad de lácteos que aportan bastante grasa. En este caso, he adaptado la receta de crema de espárragos verdes para que, además de rica, sea saludable.


Los espárragos verdes, o espárragos trigueros, son un vegetal cargado de fibra que se compone, en un 90% de agua, por lo que apenas aporta 25 calorías (kcal) por cada 100 gramos. Se puede tomar cocido, a la plancha o asado, lo más importante es retirar la parte final, para evitar encontrar hebras al comerlo. Un truco es, en vez de cortar la zona inferior con un cuchillo, partirla con las manos, dejando que ceda por sí mismo. Así nos aseguramos que los tallos que vamos a cocinar estarán tiernos.



Para completar esta receta de crema de espárragos he elegido dos acompañamientos que aportarán sabor y textura: las puntas de los propios espárragos a la plancha, que quedan crujientes y son una delicia; y unos taquitos de jamón que ponen el punto salado y también contrastan con la suavidad de esta crema de verdura.


- Ingredientes (para 2 personas):
1 manojo de espárragos verdes
1 cebolla
½ calabacín
300 ml de caldo de verdura
100 ml de leche desnatada
Pimienta negra molida
1 cucharada de aceite de oliva
Sal


- Elaboración:

Limpia y trocea los espárragos en tres trozos. Reserva por separado tallos y puntas. Pela la cebolla, pica y sofríe en la cacerola con una cucharada de aceite y una pizca de sal a fuego medio-bajo.
Si lo haces con Thermomix, parte la cebolla en cuatro y pon en el vaso. Programa 10 segundos, velocidad 4. Baja los restos, añade una pizca de sal y una cucharada de aceite de oliva y programa 4 minutos, Varoma, velocidad 1.



Lava el calabacín, corta los extremos, trocea y reserva. Cuando la cebolla empiece a estar blanda, incorpora el calabacín y los tallos de los espárragos partidos (sin las puntas). A los 10-12 minutos, incorpora el caldo de verdura y deja cocer 15 minutos. Tritura, añade la leche y vuelve a triturar. Rectifica el punto de sal y pimienta.
Si lo haces con Thermomix, añade el calabacín en 3 trozos (lavado y sin los extremos) y los tallos de espárragos. Programa 6 segundos, velocidad 4. Baja los restos y programa 4 minutos, Varoma, velocidad 1. Incorpora el caldo y programa 15 minutos, Varoma, velocidad 1. Tritura 20 segundos a velocidad progresiva de 5 a 8. Baja los restos de las paredes y tritura 20 segundos más a velocidad progresiva de 7 a 10. Añade la leche y vuelve a triturar 20 segundos a velocidad progresiva de 7 a 10. Rectifica el punto de sal y pimienta.




Marca las puntas en una sartén con una pizca de aceite. Saca y reserva. Saltea unos segundos el jamón en taquitos pequeños. Sirve la crema acompañada de las puntas de espárrago y el jamón.


Trucos y consejos:


→ En lugar de leche desnatada puedes poner leche entera, leche evaporada, nata, quesitos, queso crema... De los lácteos dependerá la cantidad de calorías de la crema.
→ Si no tienes caldo de verduras, puedes usar agua y una pastilla de caldo.
→ Al no llevar patata ni lácteos grasos, ésta es una crema apta para dietas bajas en calorías. Para potenciar su sabor, se sofríen las verduras antes de cocerlas; y para mejorar su textura, se cuecen con la cantidad de líquido justo.
→ Para retirar la parte inferior de los espárragos, troncha con las manos, así evitarás que queden hebras, muy desagradables al comer.


BACALAO AL HORNO




Preparar pescado al horno es una de las formas más sencillas y sanas de cocinarlo. Sin apenas grasa, conseguirás tajadas tiernas y jugosas. Lo único que debes tener en cuenta es el tiempo de cocción y la temperatura del horno, para que quede en su punto. En este caso, he elegido una receta de bacalao, que es el pescado que más nos gusta, y una vez horneado, le he añadido un refrito de ajos y unas escamas de pimentón para darle un toque especial.



Para preparar esta receta de pescado al horno puedes usar bacalao fresco o bacalao desalado. Si nunca lo has hecho en casa, puedes leer cómo desalar bacalao paso a paso. Verás que no es difícil, pero necesitas tiempo.





- Ingredientes (para 2 personas):
1 lomo de bacalao (unos 600 gramos)
1 cebolla grande o 2 medianas
5 dientes de ajo
Aceite de oliva
Sal
Guindilla fresca o pimentón en escamas




- Elaboración:

Precalienta el horno a 200 grados con calor arriba y abajo. Pela y corta en aros la cebolla. Pon en un recipiente y pocha en el microondas con una pizca de sal y una cucharada de aceite de oliva. Calienta durante 3 minutos, remueve (cuidado con el vapor) y repite la operación dos veces más, hasta que la cebolla esté bien tierna. Reparte entre las cazuelas donde vayas a hornear el bacalao. También puedes pocharla en la sartén, pero tardará unos 20 minutos y hay que tener cuidado de que no se dore para que esté muy blandita.




Limpia y seca el lomo de bacalao y trocea en porciones de unos 6x10 cm. Coloca sobre la cebolla, pon un poquito de sal y pimienta por encima, unas gotitas de aceite de oliva y hornea a 200 grados en la parte central del horno, durante 12-15 minutos, según el grosor.


Mientras, pela y lamina los ajos y pocha en una cucharada de aceite de oliva a fuego medio, para que no se doren ni endurezcan. Si te gusta el picante, puedes poner unos aritos de guindilla en la sartén junto al ajo.



Saca el bacalao del horno, pon el sofrito de ajos y aceite por encima. Si no has puesto guindilla, pero quieres darle un toque de sabor y color, puedes espolvorear con escamas de pimentón agridulce.


Sirve inmediatamente para que el pescado no se pase.

Trucos y consejos:
→ Hacer pescado al horno es limpio y sencillo, sólo hay que controlar el tiempo de cocción para que esté en su punto. Si haces trozos del tamaño que indico más arriba (6x10 cm) y de unos 3 cm de grosor, en unos 12 minutos estarán listos. Si en vez de lomo, utilizas tacos de bacalao, que son más gruesos, cocina a 180 grados durante unos 20 minutos. Vigila las primeras veces hasta que cojas el punto a tu horno.
→ Puedes acompañar esta receta de bacalao al horno de una cama de patatas y pimientos verdes junto a la cebolla. En ese caso, tendrás que pelar y freír las patatas en la sartén, junto a los pimientos en tiras, hasta que estén tiernas y escurrir bien. Puedes freír también la cebolla junto a la patata y el pimiento para ahorrar elaboraciones. Luego colocarás una cama de patata y cebolla en la cazuela y, encima, el pescado.
→ También puedes añadir gulas, unas gambas o unos pimientos asados a la cazuela. Para que no se pasen de cocción, incorpóralos cuando falten 5 minutos para terminar el horneado.